El salvado de trigo se utiliza en el proceso de fijación de mordientes de acetato en un baño separado de post-mordentado. Su función principal es actuar como agente fijador, descomponiendo el mordiente para que solo el óxido de este se fije definitivamente a la fibra. Sin este baño de fijación, el mordiente se redisolvería durante el aclarado o teñido. Para preparar el fijante, se recomienda hervir 100 gramos de salvado de trigo en 4.5 litros de agua durante 15 a 20 minutos, colar y usar el líquido resultante como baño fijante. Además, el salvado de trigo es una excelente alternativa natural para el proceso de descrude, ayudando a eliminar impurezas y ceras superficiales de las fibras vegetales de forma suave y respetuosa con el medio ambiente, preparando las fibras para recibir mordientes y colorantes. También se puede fabricar una solución jabonosa lavante usando la misma base con una concentración ajustada, que es eficaz para la limpieza y preparación de fibras antes y después del mordentado.