El sulfato de hierro (FeSO4·7H2O), también conocido como sulfato ferroso, es una sal soluble en agua que se presenta como cristales verde azulados o en polvo. En la tintura natural, su uso es muy versátil y cumple varias funciones clave:
Mordiente: Se emplea como mordiente para fibras celulósicas y para la creación de acetato de hierro. Como mordiente, ayuda a fijar el colorante en la fibra, mejorando la resistencia del tinte al lavado y a la luz.
Entonador: Para fibras como la lana o la seda, el sulfato de hierro actúa como entonador, facilitando la obtención de variaciones tonales más oscuras y profundas a partir de diversas materias primas vegetales y animales.
Auxiliar en la reducción del índigo: Es un componente esencial en la reducción del índigo para teñir fibras celulósicas y vegetales como lona de algodón o rafia, ya que reduce el índigo a una forma soluble, lo cual permite que la fibra lo absorba antes de la oxidación y fijación del color.
Creación de tintas: También es utilizado en la producción de tintas caligráficas negras, donde reacciona con taninos para producir un pigmento oscuro y duradero.
En resumen, el sulfato de hierro es un auxiliar indispensable en la tintura natural, no solo facilitando la fijación y modificación de colores, sino también siendo clave en procesos específicos como la reducción del índigo y la elaboración de tintas.
Sulfato de hierro (II)
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Composición: Sulfato ferroso heptahidratado
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Apariencia: Cristales verde-azulados o polvo
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Solubilidad: 29.5 g/L en agua a 20 °C
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pH (solución): Ácido
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Uso recomendado: Mordentado y fijación del color en textiles naturales, especialmente para tonos oscuros, además de tintura de índigo y aplicaciones químicas
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Evitar contacto prolongado con piel y ojos
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Puede causar irritación y sensibilización
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Usar protección personal adecuada
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Almacenar en sitio seco, fresco y bien cerrado
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Mantener fuera del alcance de niños
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